LA PRIMERA VEZ

 Hola, hoy voy a contaros las dos primeras experiencias paranormales que mis padres experimentaron.

La primera ocurrió antes incluso de que mis padres se casaran. Mi abuela falleció siendo mi padre y sus hermanos muy jóvenes, debido a una subida de la presión sanguínea. Ella tenia ilusión de vivir en un departamento y salir de la casa de labranza donde habían vivido siempre. Por eso en cuanto pudieron, compraron un piso en uno de los primeros bloques de departamentos que se construyeron en el pueblo. Pero por desgracia murió semanas antes de que les entregaran las llaves de su nuevo hogar. 

Pasaron los meses y mi abuelo se casó con otra mujer, por lo que mi padre y su hermano mayor decidieron irse a vivir ellos solos a la casa que habían comprado. No tenían mucho dinero, así que vivían con lo justo en la casa. Una mesa con cuatro sillas en el salón y una cama grande, con armazón metálico y muy pesada donde ambos dormían.

Una noche en la que habían salido con sus novias, mi padre llegó primero después de dejar a mi madre en su casa. Al entrar, cerrar la puerta y pasar al salón, las cuatro sillas que estaban arrimadas a la mesa se movieron solas hasta quedar completamente separadas de la mesa. Mi padre, muerto del susto salió de la casa y esperó a que su hermano llegara.

Al llegar mi tío, le preguntó qué hacía fuera en la calle y mi padre le contó lo que había pasado. Mi tío se rió de él pensando que le estaba gastando una broma, pero al entrar en la casa, las sillas volvieron a moverse solas. Esa misma noche y durante un par de semanas, aparte de las sillas y la mesa que se movían por el salón, la cama donde dormían los dos hermanos, temblaba y se movía sola hacia delante y hacia atrás estando ellos dos acostados. Hartos de la situación, decidieron contarle a mi madre y a la novia de mi tío lo que les estaba pasando.

Mi madre fue a hablar con dos señoras que ella conocía y que eran muy religiosas, con la esperanza de que  le dieran alguna solución. Éstas le aconsejaron a mi madre que hablara con el cura del pueblo y organizara una misa en nombre de mi abuela para darle el descanso que se merecía. Una semana después se celebró la misa y desde ese día nunca más volvieron a padecer esos sucesos en la casa que a día de hoy es de mi tía, la hermana pequeña de mi padre.


La siguiente historia ocurrió bastantes años después de la primera experiencia paranormal que habían sufrido. 

Es el primero de muchos fenómenos extraños que ocurrieron en el piso donde viví hasta los 14 años y que ya os contado en las anteriores publicaciones. 

El edificio era de nueva construcción y antes de que mis padres vivieran allí, un chico había comprado ese departamento porque se iba a casar. Aunque nunca llegó a vivir en él. La noche antes de la boda, celebró la despedida de soltero y falleció en un accidente de coche volviendo a casa.

La prometida no quería vivir en ese piso y la familia se la vendió a mis padres. Se mudaron allí con mis hermanos, yo no había nacido aún. Desde la primera noche que durmieron en el piso, notaban que les tocaban los pies. Mi madre pensando que era mi padre, le dijo que se estuviera quieto.

-Lola, yo no soy, porque a mi también me están tocando los pies desde hace rato.- contestó mi padre.

Todas las noches, a mitad de noche ocurría lo mismo, sentían como si alguien se sentara a los pies de la cama y empezaba a tocarles los pies a los dos. Mi madre estaba convencida de que los fenómenos se debían al anterior dueño que había fallecido de manera trágica.

Una noche, cuando los fenómenos comenzaron, con voz firme empezó a decirle refiriéndose al chico que se fuera de la casa, que él ya no vivía allí y esta no era su casa. Pasaron cuatro noches así, cada vez que comenzaban los tocamientos, mi madre le hablaba con voz firme.

Al final, mi madre me contaba que no sabe si fue por lo que hizo o no, pero al quinto día los sucesos cedieron y no volvió a pasar.

Esta fue la primera experiencia paranormal de las muchas que ocurrieron y ya os he contado en las anteriores entradas del blog, en esa vivienda. Tal vez el hecho trágico de la muerte del chico, fue lo que impregnó esa casa de una energía negativa que ocasionaron todas las experiencias extrañas.

Las próximas historias que os voy a contar, ocurrieron en el chalet de mis tíos donde mis hermanos pasaron muchos veranos en su infancia. También tiene una historia triste antes de que mis tíos lo compraran.

Muchas gracias a los que ocupáis un momento para leer estas historias. La idea de este blog es simplemente para tenerlas aquí y poder recordarlas con mi familia y compartirlas con quien quiera leerlas. Saludos a todos y hasta la próxima semana.

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