LA ANCIANA Y EL ANILLO

 Hola Mundo, me llamo Sergio, un tío de casi cuarenta años con una familia de lo más normal.

Como toda familia tenemos nuestras historias o sucesos si no paranormales, sí que se salen de lo habitual.

Somos cinco hermanos, tres chicas y dos chicos, yo soy el más pequeño de todos y no he vivido , al menos que yo pueda recordar , ningún suceso extraño en la casa donde vivimos hasta que yo tuve 14 años, pero el resto de mi familia sí y me gustaría compartirlo con quien quiera leerlas. 

Cuando nos reunimos en la cena de Nochebuena, mis hermanos tienen la costumbre de recordar algunos fenómenos que experimentaron cuando vivían en casa con mis padres. 

El que hoy os vengo a contar tiene que ver conmigo, aunque como ya he dicho antes, la verdad es que no recordaba nada de lo que mi hermana contó esa Nochebuena. Ya fuera por mi corta edad o porque tuviera bloqueada esa experiencia. A raíz de oír esa historia, sufrí un par de cosas en la casa donde vivía con mi esposa, pero bueno empecemos por el principio.

 Sucedió cuando yo tenía unos cinco años aproximadamente. Muchas noches dormía conmigo una de mis hermanas , doce años mayor que yo, porque me daba miedo dormir sólo.

Esa noche estaba durmiendo conmigo y a media noche la despertó los ruidos que yo estaba haciendo.

Me vio sentado en la cama hablando, - No me quiero ir contigo. [Estaba yo diciendo].

Mi hermana pensó que estaría teniendo algún sueño. - Sergio, cariño estas soñando, ya duérmete.

- No teta, estoy despierto pero es que la señora quiere que me vaya con ella y yo me quiero quedar aquí con mis papás-. Dije señalando hacia la puerta de la habitación que estaba justo frente a mi cama.

Mi hermana miró en la dirección hacia donde señalaba y vio allí de pie a una anciana que estaba con los brazos abiertos haciéndome el gesto de que me fuera con ella.

La anciana parecía no fijarse en mi hermana, sólo estaba ahí de pie frente a mi cama.

Mi hermana encendió rápido la luz de la lampara que había encima de una mesita de noche que separaba ambas camas y la anciana ya no estaba.

Esta hermana es una persona muy sensitiva, bastante receptiva a ver cosas.

Me preguntó que si me había pasado en más ocasiones esto que terminaba de suceder. Le dije que sí, que muchas noches me visitaba.

Durmió mas noches conmigo y la anciana estuvo viniendo a por mí muchas noches.

Se lo contó a mis padres y como si nada mi madre dijo -Seguro que es la madrastra de tu padre.

Os pongo en contexto, mi padre nació en 1937, siendo muy joven su madre murió y su padre se casó con otra mujer.

Por lo visto y según he oido contar a mi padre, esa señora era bastante mala. Se decía que hacía brujería.

Hizo que su padre echara de casa a mi padre y sus dos hermanos siendo adolescentes. Mi abuelo de repente enfermó y siempre estaba muy pálido y delgado. 

Llegaron a un punto en el que mi padre con sus hermanos y la ayuda del cura del pueblo, echaron de casa de mi abuelo a esa mujer y se fue del pueblo. Nunca más supieron nada de ella.

Tiempo después mi padre se casó y se llevo a su hermana pequeña a vivir con él y mi madre. Al poco tiempo empezaron a sufrir los primeros sucesos paranormales. Así que mis padres creen que la madrastra de mi padre les echo algún mal de ojo o una vez falleció decidió ir a darles algún que otro susto.

Bueno como iba diciendo, después de que mi hermana contara esa historia, aunque seguía sin recordar muy bien lo que me había sucedido, sí que recordaba vagamente algo.

Lo que me sucedió al día siguiente tal vez fuera una mala pasada de mi subconsciente porque seguía pensando en la historia de la noche anterior. Era el día de Navidad y estábamos a punto de irnos a comer con mi familia. Mi mujer esperaba en la puerta de casa junto con mi hija recién nacida. 

Yo estaba en la habitación apagando el ordenador cuando de repente note como si alguien me tocara el hombro y me susurrara al oido mi nombre. Lo oí tan claramente que volteé pensando que era mi esposa pero allí no había nadie. 

Al salir de casa le pregunté a mi mujer si me había llamado y me dijo que no. No le quise decir nada porque lo pasa muy mal con los temas paranormales y no quería que se preocupara, tampoco le di mayor importancia.

Días más tarde cuando ya habían pasado las fiestas de año nuevo, vino a pasar con nosotros un tiempo mi suegra. En diciembre había nacido nuestra hija y mi suegra que vive en otro país, vino a conocer a su nieta y pasar unas semanas con nosotros.

Llegando del trabajo ya con mi suegra en casa, estaban esperándome para comer y yo siempre tengo la costumbre de al llegar a casa, dejar mi cartera y mi anillo de casado encima de la mesa del salón.

Como siempre así hice, deje el anillo encima de la cartera y nos pusimos a comer. Después de la comida y de hacer una pequeña siesta, íbamos a salir a pasear. Me vestí y cuando fui a por mi cartera y anillo, el anillo había desaparecido. La cartera estaba allí pero el anillo no.

Le pregunté a mi esposa si lo había cogido ella, estuve buscándolo y seguía sin aparecer.

Mi suegra me decía que ella lo había visto encima de la cartera cuando pasó por la mesa. Así que nos pusimos a barrer todo el salón , la habitación por si me lo había llevado a la habitación y no aparecía por ningún lado.

Terminamos por dejarlo con la esperanza de que si estaba en casa pues ya aparecería.

Al cabo de dos días mi mujer tenía curso para mamás primerizas con la matrona del centro de salud.

Se fue con la niña y su madre al curso. Ya estando allí en la sala donde impartían las clases , se quitó el abrigo que llevaba y al meter mano en el bolsillo del abrigo que llevaba, se encontró mi anillo.

Ese abrigo era la primera vez que se lo ponía en un año. Se había pasado desde marzo del año anterior guardado en el armario y dentro de una funda.

No nos explicamos como sucedió. Es la única no sé si llamarlo así, experiencia paranormal que yo recuerdo haber sufrido. 

Espero que os haya gustado la historia. Soy nuevo en esto de los blogs y de escribir. Las historias que os iré contando cada semana, son historias que han ocurrido en mi familia. Por suerte o por desgracia, salvo esto de hoy, no me han ocurrido a mí. Son experiencias que han vivido mis padres o mis hermanos.

Saludos y hasta la semana que viene! 



Comentarios

  1. Hay que meterse en su piel y sentir el escalofrío de ver pasar cosas y y no tener una esplicación. Da que pensar si existe el mas allá. Espero con ansia el próximo blog, siempre hay cosas interesantes que contar al mundo

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